La pandemia y sus consecuentes restricciones han reformulado la manera de concebir las compras en el mundo. Esto, a su vez, ha replanteado el diseño de interiores como disciplina que tiene injerencia sobre los espacios que escogemos para habitar o para visitar. Por esta razón, los negocios más exitosos dedican un tiempo estratégico a cada aspecto del diseño de su espacio comercial y lo desarrollan pensando en el cliente y sus facilidades de compra. Y no es para menos, pues, según el estudio  “The New Habitat: así cambian los espacios que habitamos”, elaborado por la consultora especializada Futurea, en colaboración con World Design Capital Valencia y Casa Decor, el diseño del espacio determina hasta un 79% el éxito de un comercio. 

Al respecto, Frida Melgar, directora académica de Educación Continua de Toulouse Lautrec, explica que “para responder al incremento de las ventas por internet y las facilidades que brindan a los clientes, es imprescindible que los espacios comerciales físicos sean innovadores e inmersivos para invitar a la compra en tiendas, restaurantes o centros comerciales”. 

En este contexto, los espacios físicos deben mostrarse más amigables y deben ser lo suficientemente atractivos. Por ello, la experta invita a los interesados en este tema a participar del curso Diseño de Espacios Comerciales o del diplomado de Diseño y Gestión Retail que ofrece Toulouse Lautrec. Además, reflexiona sobre cuatro aspectos clave para desarrollar un espacio comercial exitoso:

1. Proyectar la idea:

Para lograr la atención del cliente o usuario es necesario brindarle una atmósfera cómoda. Por eso, es importante concebir el espacio desde el inicio procurando revisar cada uno de los detalles internos y externos. Trabajar la idea del espacio comercial desde los planos y conceptos permitirá desarrollar una correcta sinergia entre los materiales, texturas, colores y luminarias haciendo de los productos los protagonistas del lugar, mientras los clientes disfrutan de su experiencia de compra. Un punto importante a mencionar es que la idea o concepto debe mantenerse fuerte en el tiempo y concretarse con la misma disciplina con que fue concebida.

2. Diseñar pensando en el target:

El diseño del espacio comercial será siempre uno de los puntos más importantes no sólo porque suma la identidad de la marca al ambiente, sino también porque define el valor agregado que diferenciará el local comercial  frente a los que tiene alrededor.  Es decir, es necesario que el espacio tenga una correcta visibilidad para que logre captar la atención de los posibles clientes y los invite a pasar y, una vez dentro, los invite a comprar. 

3. No olvidar la marca:

Para crear un espacio que refleje tu marca, primero debes entender y definir bien la identidad de la misma. Realiza también el trabajo de reconocer tus valores y qué paleta de colores y detalles se relacionan con ellos para implementarlos en el espacio. Esto se suele tener en cuenta para la señalización y los logotipos pero pueden haber otras opciones. Por ejemplo, una empresa que se enorgullece de sus valores medioambientales puede incorporar detalles como materiales reciclados y opciones de iluminación respetuosas con el medio ambiente.

4. Cuidar los detalles:

Para asegurar una grata experiencia de compra en el espacio comercial, se deben cuidar todos los detalles. Las personas perciben el mundo según cómo interactúan con él, cómo lo tocan, lo escuchan, lo huelen y lo ven. Por ello, es importante que todos los elementos utilizados se articulen lo mejor posible para brindar una experiencia memorable. En este punto, no hay que olvidar el equilibrio que debe existir entre todos los elementos de la composición para brindar la armonía y la sensación buscadas.